martes, 28 de septiembre de 2010

La historia de Narciso



Cuenta el mito griego que la ninfa Liríope tuvo un bebé: el más bello de todos los que han nacido.

Este niño fue nombrado Narciso, pero el adivino Tiresias le dijo que nuna debía de mirarse a si mismo, pues esto sería su perdición.

Narciso era tan bello, que asombraba a todos los que le rodeaban, pero debido a tantas pretenciones

Un día Narciso, en uno de sus tantos paseos, llegó a una cueva, en la cual habitaba la ninfa Eco, pero debido a que era muy orgulloso, Narciso despreció a Eco.

Llena de dolor, Eco se perdió en la cueva, dónde su voz se perdió y olvidó todo lengaje, por lo que en adelante sólo repitió la última palabra de quienes llegaban a esta cueva.

Narciso, por su parte, siguió su camino y sediento, se asomó a un arroyuelo, donde por desgracia vio su propia imagen.

Narciso, al ver su propio reflejo, quedó enamorado de si mismo y al querer alcanzar a este ser perfecto que se reflejaba en el agua se lanzó al arroyo y se ahogó.

En el sitio donde se enamoró de si mismo creció una hermosa flor, que hoy hace honor a la belleza.

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