El clavel es una planta herbácea de 1 m de altura con hojas angostas, opuestas y envainadoras y flores vistosas.
El clavel silvestre florece durante la primavera y verano. Pero lo más normal es encontrar el clavel cultivado, pues se puede hacer florecer de manera artificial cuando se quiera, incluso en pleno invierno. Lo único que requieren para su desarrollo es una buena tierra y abundante riego.
A principios del siglo XVIII, la moda se apoderó de los claveles. Este capricho duró todo un siglo, por lo que se popularizó su uso en la vestimenta y nacieron frases como "El clavel en el ojal".
La patria del clavel no es bien conocida: es probable que trae su origen de las montañas de la Europa meridional. Es cierto sin embargo, que varias especies de claveles eran conocidas y gustaban en tiempos de la caballería y aun acaso antes de esta época.
Un catálogo de flores europeas de 1629 indica ya 20 variedades pero el clavel no llegó a ser de moda hasta el siglo XVIII.
Un catálogo inglés de 1702 enumera 360 especies de claveles. Ya en posesión del favor popular, el clavel fue apreciado mucho más cuando su cultivo inteligente le permitió producir flores más hermosas y más perfectas. Este cultivo sobre todo, se llevó al último extremo en Flandes, Bramante y Hemaut y de aqué las más hermosas especies se derramaron por toda Europa.
Se dio tal importancia a esa flor que se habían escrito hasta 1820 centenares de libros sobre los claveles.
El gusto por los claveles se esparció mucho más que el de las otras flores porque el clavel es la primera del estío y la que dura mas tíempo. Pero cuando por consecuencia de los viajes botánicos se aumentó continuamente el número de flores nuevas, la pasión por los claveles se perdió cada vez mas.
El clavel silvestre florece durante la primavera y verano. Pero lo más normal es encontrar el clavel cultivado, pues se puede hacer florecer de manera artificial cuando se quiera, incluso en pleno invierno. Lo único que requieren para su desarrollo es una buena tierra y abundante riego.
A principios del siglo XVIII, la moda se apoderó de los claveles. Este capricho duró todo un siglo, por lo que se popularizó su uso en la vestimenta y nacieron frases como "El clavel en el ojal".
La patria del clavel no es bien conocida: es probable que trae su origen de las montañas de la Europa meridional. Es cierto sin embargo, que varias especies de claveles eran conocidas y gustaban en tiempos de la caballería y aun acaso antes de esta época.
Un catálogo de flores europeas de 1629 indica ya 20 variedades pero el clavel no llegó a ser de moda hasta el siglo XVIII.
Un catálogo inglés de 1702 enumera 360 especies de claveles. Ya en posesión del favor popular, el clavel fue apreciado mucho más cuando su cultivo inteligente le permitió producir flores más hermosas y más perfectas. Este cultivo sobre todo, se llevó al último extremo en Flandes, Bramante y Hemaut y de aqué las más hermosas especies se derramaron por toda Europa.
Se dio tal importancia a esa flor que se habían escrito hasta 1820 centenares de libros sobre los claveles.
El gusto por los claveles se esparció mucho más que el de las otras flores porque el clavel es la primera del estío y la que dura mas tíempo. Pero cuando por consecuencia de los viajes botánicos se aumentó continuamente el número de flores nuevas, la pasión por los claveles se perdió cada vez mas.
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te servira para curar algo
ResponderEliminardicen que te cura el corazon
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